sábado, 12 de febrero de 2011

"EL ABANICO DE SEDA"

Cuenta la leyenda que allá por el siglo X, el emperador Li Xi ordenó a su concubina vendarse los pies y danzar para él, sobre una plataforma cuyo dibujo era una flor de loto sin salirse de los siete centímetros que ocupaba dicho dibujo.
Partiendo de esta leyenda, nos adentramos en el mundo oriental y en su cultura milenaria, en la que las mujeres queriéndolo o no, son las protagonistas.No es que el libro comience así, es simplemente un añadido del origen de una de las costumbres que envuelven a las protagonistas de esta historia. En el libro "El abanico de seda", queda reflejado todo este mundo, el dolor y el coraje en sus personajes, pero yendo más allá está escrito y narrado de tal forma que nos hace partícipe de toda esta sumisión, del sufrimiento, de cada una de las ceremonias que ayudan a adornar el fondo cruel de dichas costumbres. No deja de sorprender como es la propia mujer la que maltrata a las de su sexo, pero lo hace de manera sibilina, con toda la simbología y delicadeza oriental, hasta el punto en el que este maltrato puede pasar desapercibido.
Las dos protagonistas que comienzan y acaban esta historia nos cuentan como sienten, como sufren, su forma de amar, en definitiva lo bueno y lo malo del ser humano, el egoísmo, la envidia, el rencor, la apariencia.... Las niñas que comienzan el libro van madurando a lo largo de las 326 páginas, en las que van dejando a su paso la inocencia, la ingenuidad y hasta su vida.
Para toda mujer china del siglo XVI hasta el siglo XX, era primordial demostrar su valía a través de sus pies vendados, "pies de loto dorado", pies perfectos de siete centímetros, pero el proceso hasta conseguir esa perfección era lo que en realidad las unía, las fortalecía para seguir adelante, así nuestras protagonistas compartieron ese primer dolor físico, para más adelante, ser inseparables a través de un dolor más fuerte...el dolor del sentimiento.
El hilo conductor de la unión y del distanciamiento entre las protagonistas es precisamente el instrumento que da título al libro, el abanico, en cuyos pliegues se esconde la forma de comunicación más antigua que existe ; la escritura, pero siendo en este caso un lenguaje especial, sólo para mujeres llamado "nü shu".En cuyos caracteres (más de 2000) dejan volar la imaginación reflejando lo que cada una verdaderamente anhela y desea.
El respeto y la sumisión va más allá de lo concebible en una cultura tan diferente como es la nuestra, pero comprensible en un mundo como el suyo, y su cultura oriental. Como muestra unas frases sacadas del libro:
pg 46: "Mis diminutos pies serian ofrecidos a mis futuros suegros como prueba de mi disciplina
personal y mi capacidad para soportar dolores de parto.."
pg.133: "Criar a una niña y casarla es como construir un buen camino para que otros lo utilicen"
pg.136: "Adiós mamá. Gracias por criar a una hija inútil"
A pesar de la dureza de la historia que se narra sin duda es un libro que no deja a nadie indiferente, y curiosamente en los años que llevo formando parte de este club de lectura es el primero en gustarnos a todos los miembros.
Ana

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