viernes, 19 de noviembre de 2010

LEER CIENCIA PARA LEER EL MUNDO

La semana de la ciencia se celebra este año del 8 al 21 de Noviembre, con el objetivo de acercar el trabajo y la cultura científica al público general. Casi nadie negaría que el trabajo de los científicos constituye el primer e imprescindible escalón para el desarrollo humano moderno, pero ¿Confiamos en la ciencia?

A mis manos ha llegado una encuesta sobre este tema de la que se pueden extraer interesantes conclusiones: La encuesta se realizó preguntando a 21000 personas de todo el mundo. Se les pidió que puntuasen el grado de confianza, en una escala del 1 al 5 (desde muy baja a muy alta) el grado de confianza que le inspiraban diversos colectivos. Estos son los resultados (la puntuación es la media aritmética de las respuestas):

Científicos: 3,98
Amigos o familiares: 3,09
Organizaciones no gubernamentales: 3,09
Plataformas ciudadanas: 2,69
Periodistas: 2,57
Empresas: 1,78
Funcionarios electos: 1,76
Autoridades religiosas: 1,55

Al parecer, los científicos son el colectivo que inspira mayor confianza, el que menos las autoridades religiosas. Pero, ¿Se tiene una “fe ciega” en los científicos?.

Se preguntó cuanta confianza merece el juicio de los científicos respecto a distintas materias, el resultado fue:

Evolución: 4,3
Energías renovables: 4,08
Origen del universo: 4,0
Células madre: 3,97
Causas del cáncer: 3,91
Curación del cáncer: 3,74
Energía nuclear: 3,67
Cambio climático: 3,66
Causas del autismo: 3,53
Seguridad alimentaria: 3,44
Suplementos vitamínicos: 3,42
Cultivos transgénicos: 3,39
Plaguicidas, pesticidas: 3,33
Antidepresivos: 3,21
Pandemia de la gripe: 3,19

Por lo visto, se confía en la ciencia, pero nos cuestionamos su fiabilidad en según qué temas. Una actitud, a mi juicio, bastante humana y razonable.

Lean, infórmense, reflexionen, discutan, saquen sus propias conclusiones y no se olviden de cuidar su cultura científica. Al fin y al cabo, la ciencia es uno de los mejores, sino el mejor, instrumento del que disponemos para comprender el mundo en el que vivimos, y a nosotros mismos.
Ernesto

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